Cocinaba viñetas
entre ellas las suyas
y lo hacía usando como ingredientes
todos aquellos que encontraba
en la gran despensa de la vida.
El humor lo hervía
y cuando llegaba al punto ese
en que la ebullición del liquido salpica
quitaba fuego y comenzaba nuevas iniciativas.
La melancolía tenía
en todo esto también entrada y salida
y de esta forma
el cocinero que servía las viñetas
como primer plato del menú del día
se cuidaba y mucho
de que sus viñetas fueran bien digeridas
por eso
y por otros asuntos
tengo mis dudas
pues no se porqué las viñetas me preocupan tanto
y por qué me producen reflexiones y preguntas
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario