JUAN DE LA ORDEN, MAESTRO ORGANERO, Y EL ORGANO DE PINAREJO EN EL SIGLO XVIII

ALBACETE EN LOS DOCUMENTOS EPISCOPALES DURANTE LA EDAD MODERNA:  Antonio IRIGOYEN LÓPEZ, José Jesús GARCÍA HOURCADE (Universidad Católica de Murcia) Miguel Ángel GARCÍA OLMO (lES Gabriel Miró, Orihuela)

Juan de la Orden, por su parte, es el fundador a principios del XVIII, en el minúsculo Barchín del Hoyo, del taller que llevó su apellido, cuyo miembro más relevante, Julián, será el constructor de los órganos de las catedrales de Cuenca y Málaga, todavía conservados hoy. También a este taller estuvieron vinculados Fernando Molero, autor de los de la catedral de Murcia, inaugurados en 1799 y destruídos en el incendio de 1854, y Prudencia Navarro, su último afinador antes de la catastrofe. Aparece por última vez en los documentos merced a una escasa composición llevada a cabo en Pinarejo (Cuenca) en 1753. Organista maior de la villa de Barchin del Hoyo. 

Esta es su historia según otras fuentes que recogen interesantes aspectos sobre el taller de organería de Brachín del Hoyo::

El auge de la escuela conquense de maestros organeros quizá se deba más a varias generaciones de organeros. Durante casi 150 años, desde finales del siglo XVII y hasta principios del siglo XIX, floreció en la localidad conquense de Barchín del Hoyo un notable taller de organería, una saga de cinco organeros, unidos por lazos familiares, entre los que destaca el reconocidísimo Julián de la Orden, autor entre otros de los órganos de las catedrales de Cuenca y Málaga. 

Cinco fueron los maestros organeros que regentaron dicho taller: Juan de la Orden, Pedro de la Orden, Juan Ruiz de Fresneda, Julián de la Orden y Miguel de la Orden todos ellos nacidos en Barchín del Hoyo.

EL ÓRGANO DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE BARCHÍN DEL HOYO

Dicho órgano pertenece al estilo barroco castellano. Fue realizado en 1750 por Juan Ruiz Fresneda, en cuyo taller trabajaban los hijos del hermano de su suegro, Pedro de la Orden, los hermanos: Miguel y Julián de la Orden. Éste último acabaría casándose tres años más tarde con Olalla Ruiz, la hija de su maestro. 

Se considera que este órgano, en el que trabajaría el joven Julián de la Orden, supuso un gran aliciente para el joven organero, tanto por ser precisamente para la iglesia de su pueblo como por la relación que le unía a su maestro. 

La composición y mecánica es muy similar a la que él siguió utilizando años más tarde en otros órganos de tamaño medio. 

El órgano estuvo funcionando hasta 1936, año en que fueron expoliados todos los tubos. 

A pesar de que faltan los tubos, se ha conservado en aceptables condiciones la excelente caja barroca de madera de pino, policromada en tonos azules, verdes y rojos y con abundantes relieves decorativos dorados. Flanqueando la consola de ventana se aprecian las mortajas cuadradas por las que corrían los tiradores de los sacarregistros. En la parte inferior también se observan las pisas de la octava que constituía el pedalero y sobre ellas las dos ranuras para las dos rodilleras que abrirían y cerrarían los juegos de lengüeteria. 

Sobre la consola aparecen las bocas que ocuparían las hileras de la trompetería de batalla, que daría una gran brillantez al instrumento y solemnidad a los actos litúrgicos. 

En el interior se ha conservado en aceptables condiciones la reducción, el árbol de distribución, con las correderas, por lo que su reconstrucción histórica es muy factible. 

JULIÁN DE LA ORDEN maestro organero

Julián de la Orden, es uno de los más ilustres maestros organeros de la catedral de Cuenca. Su fama y trabajos trascendieron las fronteras de la Diócesis.

Trabajó junto a su padre, Pedro de la Orden, en la construcción de órganos para diversos pueblos de la diócesis, siendo Maestro organero, el nombrado Juan Ruiz Fresneda, su paisano y después suegro.

La trayectoria profesional de Julián de la Orden pasa de Cuenca a Málaga, pasando por Burgo de Osma y Sacedón, para cuyas iglesias y catedrales trabajó en la construcción de órganos.

En 1733-36 participó en la construcción de un órgano nuevo para la iglesia de Cervera, siendo Maestro organero Juan Ruiz Fresneda. El órgano se construyó en los talleres de Barchín, según se deduce del pago de 120 reales por traer el órgano desde Barchín.

Al mismo tiempo, Pedro de la Orden, padre de Julián y Juan Ruiz Fresneda firman un documento el 1 de Enero de 1736 por el que se comprometen a hacer un órgano por 7.500 reales para la iglesia de Fuente de Pedro Naharro. En 1739 Juan Ruiz cobra los 2.500 reales del último plazo.

El 12 de Junio de 1759, el Visitador Eclesiástico, en Montalbo, manda se haga un órgano para la iglesia parroquial de Sto. Domingo de Silos y se ajuste con el Maestro Mayor de la Catedral, a la sazón, Juan Ruiz Fresneda.

Será Julián de la Orden quien reciba los pagos, pues Juan Ruiz fallece en 1762.

Los pagos del órgano se hacen a Julián de Orden según consta en recibos de 4.000 reales a cuenta del órgano que está haciendo pagados dos veces : 21-6-1763 y 30-6-1765.

La colaboración del Maestro organero de la catedral, con la familia De la Orden está demostrada a nivel laboral. Pero, no se reduce sólo a la actividad laboral, ni al mero hecho de paisanaje.

Julián de la ORDEN casó en el año 1753 en primeras nupcias con Olalla Ruiz, hija de Juan Ruiz Fresneda.

En la catedral de Cuenca, JULIÁN DE LA ORDEN sustituye a su suegro. Había cursado la solicitud el 16 de Febrero, a la vez que Jaime Fuentes, otro organero de talla.

En 1763, 11 de Marzo figura un pago de 775 reales por la reparación de los fuelles de los órganos de la catedral. Son éstos los que serán destruidos casi por completo en el incendio de 1768.

Entre 1768 y 1770 construye los dos órganos que se conservan actualmente en la catedral.

A partir de 1778, Julián de la Orden explora nuevos horizontes. Marcha a Málaga para construir los dos órganos de la catedral, obra a la que da fin en 1782.

No ha abandonado, sin embargo su cargo en Cuenca, y así sigue cobrando su salario, al menos hasta 1786.

En 1794 muere en Málaga.

En las cuentas de la catedral de Cuenca de 1781-1785, su nombre aparece junto al de su yerno FERNANDO MOLERO, afinador de órganos en la catedral hasta 1789-1790.