POESÍA: POR ESA AVENIDA DE L'ALCUDIA

                 I
La luz ama la silueta de los ancianos.
Les da vida.
Medicina sabía
que la naturaleza reparte
desde los orígenes de la vida,
que llega en su dosis y medida
con fe ciega
y tan exacta en su cita
que desde la ventana
que se asoma a una avenida
veo a la juventud de ayer
disfrutando entre sonrisas
en esos bancos que les sirven de asideros a la vida.

              II
La noria se siente rica
sobre las columnas en las que se apoya
y entre risas de niños y niñas
abraza ríos de agua
y se columpia sobre una canastilla
que unos  ancianos al cielo  tiran
esperando cogerse
con garras a la vida,
esa que se escapa sin decir buenas noches ni buenos días.

          III
Y la paloma
y la señora de compañía
y el carro sin caballos
y sin bridas,
corre la vejez
esa que me anima
a abrir la ventana
y gritarle a la vida:¡maldita!

Maldita la suerte
de ese pobre anciano,
rico en su día
en reírse del tiempo
todo lo  que quería
hasta que llegó quien manda,
el Dios de escayola en una cornisa,
con poca poesía
y muchas prisas,
para poner cada cosa en su sitio,
rutina.

Sobre la mirada
con luces de crucero
en  un mar sin medidas
llegó, sin preguntas,
la noche ensombrecida
y el bastón y la señora de compañía
abriendo paso
por esa avenida
a la cual me asomo
para cantarle a la vida
y pedirle, por todos, que sea caritativa.

Autor: José Vicente Navarro Rubio