Carpinteros
y una voz que suena
¡a trabajar la madera!
y tal y como suena
un día al árbol le cortan los pies y la cabeza
para convertirlo en lo que el carpintero quiera.
Sillas, puertas, mesas
y paro de contar
pues la lista sería eterna
en todo lo que tiene que ver
con el trabajo de la madera.
Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio
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