POESÍA: LAMIENDO LA TARDE QUE CAE

              I
Leía los versos a medias
intentaba no acabar
con el olor profundo del poema
y aquí está
quien pasó de lector a escritor
con el fin de dejar
esa simiente que si se abona
termina por dar,
frutos que alimentan
y aromas que se pueden enlatar.

             II
La voz ronca
y en el caminar
un cansancio que no se puede disimular.
Vuelve el labriego del campo
con la memoria puesta en lo que acaba de dejar,
quizás mañana, suele pasar,
todo sea parte de la nada y con ello, vayamos allá,
nada más de lo que hablar.

           III
Quién me dice, quién ya
me puede asegurar
que el mañana, futuro por pesar,
será mejor o igual
que este presente que nos deja en tan mal lugar.

            IV
El lenguaje no puede disimular
a quien se esfuerza en avanzar
que el paro bajará.
¿A costa de qué?
¿Por qué será,
que a pesar de la crisis
algunos quieren demostrar
lo bien que nos va?

             V
A veces cae,
otras veces caerá
o no caerá,
la mentira en el mar
revuelto
en el que todos quieren pescar.

            VI
El perro a lo suyo
comer y ladrar
y de vez en cuando
perro y amo
suelen conciliar
la vida familiar
que no la laboral.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio