Nubarrones negros
vienen por el cielo
ladra el perro.
Fruta jugosa
lancea el viento
bello soneto.
Arremetiendo,
topando, mugiendo
casi ya muriendo.
Es el silencio
preludio a lo abierto
a lo concreto
Piando desconsuelos
los pájaros por el cielo
son de él los dueños
Esparragos tiernos
purifica el fuego
brotan allí ellos.
Ruge hambriento
un mal pensamiento
mientras yo duermo .
Flor del cerezo,
naranjas, caquis por medio
ya atardeciendo
Lágrima cayendo,
bajando ya sin frenos
hasta el suelo
Clavo de hierro
con su punta rompiendo
músculos y nervios
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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