Quizás me acerque,
me deje caer
me columpie
o lo haga al revés
patine sobre el hielo
con la cabeza y no con los pies.
Quizás vuelva
a ser
en la esfera de un reloj
la hora que viene después de la diez.
Quizás, sepa Dios,
quizás, tal vez,
encuentre ese momento de mi ser
para soñar,
despierto, de aquello que no se.
Las ondas gravitacionales
como si fueran una red
marcando en el espacio el tiempo aquel
de suspiros, de dejadez,
tal vez
agujeros negros
sobre la blanca tez
de una taza de café.
Volveremos al tiempo aquel
en que dejamos de ser
lo que somos ahora
o al revés
todo consiste en encontrar ese tren
que lleva a un tiempo concreto, onda gravitacional, alfa elevado a tres,
beta dividido por una potencia de cien,
rayos gamma raíz cuadrada de dieciséis.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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