Vi tantas películas del oeste
con buenos y malos abatiéndose a tiros
que me convertí en un vaquero
con pistola en la cintura
y vaso de whisky a punto de ser absorbido.
Las secas praderas, caudalosos ríos,
cerros como senos por el viento batidos,
poblados de madera, árbol del ahorcado e indios
forman parte de mi vida desde el primer minuto.
Cabalgué por sendas,
escupí polvo de los caminos,
tomé café de puchero,
comí carne seca de búfalo y de novillo,
fumé la pipa de la paz,
estuve en la batalla de Little Big Horn, lo juro.
He preparado este poema para que vengas conmigo
a las tierras del Virginiano,
al Cañón del Colorado, al río Misisipi, a las fuentes que nacen en las montañas rocosas,
al final del mundo.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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