la ropa sucia se lava los domingos.
Las pequeñas miserias se aclaran con agua bajo el frío,
suavizante se pone a los pecados no asumidos,
con lejía se aclaran las infidelidades y los actos impuros,
así la colada se dispone y así los domingos,
todos esperamos para ver lo que sale de este asunto.
Los lunes son de los días en que más disfruta uno,
solo en pensar que dentro y por fuera va limpio.
Esa ropa sucia, de ese día tan primerizo,
en la lavadora es algo así como un aperitivo,
de lo que vendrá después, martes, miércoles, jueves y viernes, incluidos,
Del sábado decir solo lo justo
es como un extra, hace poco sitio.
Para cuando se cierra el tambor
uno mira como se mezcla la ropa
y copulan los cuerpos desnudos
de aquellos que lavan su ropa en los domingos.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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