La meta por llegar
enfila
el tren que rompe los destinos
hacia el vacío
comiendo hielo
y haciendo con el frío
posada de vagabundos,
allí donde se alzaba
un robusto edificio
apeadero que sirvió
con campana, reloj y pito
para devolver a casa
a sus cotidianos vecinos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario