No hay más misterios
ni hay más letras
que aquellas que cuelgan
de la fachada
de una casa vieja
en la que se puede leer con paciencia
somos lo que somos
cara y cruz de una moneda,
les guste
a quienes le guste
sopena
de decir algo más
aunque no valga la pena.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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