Saga de cantantes que con las palmas llenaban de alegría
los tablaos flamencos,
los callejones sin salida
en aquel Jerez que sobresalía
por sus aires morunos y su raíz segada cual gavilla
en los campos yermos donde se sentía
el calor de las tardes caídas.
Pipoño de Jerez, Chiquetete, el Sordera
¡qué quieren que les diga!
Si miramos al pasado nos quedamos de por vida
con el aleteo de mariposas
volando en su deriva, de flor en flor,
de vida en otras vidas,
así pasan los años como si fueran ráfagas de voz en forma de seguidillas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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