No le echemos la culpa a la mala suerte,
que ella no tiene la culpa,
que ella no sabe
a quien le tocará o con quien se parte,
aunque sea poco,
aunque nadie quiere,
el poco aire
que pasa por delante
para cuando los calores son más grandes.
No hablamos de lo que es la mala suerte,
no la hagamos pequeña
ni tampoco grande,
no tiremos de la mala fortuna,
para perseguir otras pasiones
que no sean las que tienen que ver
con asuntos triviales,
vanos,
como la nuez que en el suelo
ella sola se siente,
del árbol, su fruto siempre.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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