En Moher juegan las luces
y en su deriva
se visten de negro
transitan
las gaviotas
vigilan
a las calmas que llegan
a las tormentas altivas.
Labios cerrados,
mirada perdida,
observa,
camina,
tan solo las horas pasan,
tan solo ellas nos indican
que todo comienza y termina.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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