Un poema que no dice nada
es como un encefalograma plano,
y con esto debería estar dicho todo.
Pero la pregunta es,
¿qué quiere el lector
la originalidad o el compromiso?
En esta sociedad tan acostumbrada al derrotismo,
con años de soledades amontonadas durante
casi medio siglo
la poesía ha pasado a ser
algo así como la ruptura con el mito.
La estética destrozada,
el contenido convertido en polvo de los caminos,
la temática, es lo cotidiano elevado a la categoría de absoluto,
está todo servido
para poder decir que la poesía se ha convertido
en el Ave Fénix de quienes construyen la poesía
y hacen de ella un oficio diario
con que alimentar el sentimentalismo
de la nueva juventud que va en busca de un ídolo
de pies metido en el barro
hasta el ombligo.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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