Piedra sobre piedra
a la piedras hay que darle leña
pues solo ella
tiene el poder de no tener alma
y si la tuviera
sería dura y estaría tan llena de resistencia,
que mejor hablar de otras
antes de que coja una maza
y me dedique tal dios en una misión secreta
a hacer añicos todas las rocas, todas las piedras,
que se atravesaron en nuestras vidas
y se quedaron en ellas
esperando que alguien diga,
te espera una de las buenas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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