Y me quito la chaqueta
y respiro
y me quito la corbata
y respiro,
y me siento a la sombra
y respiro
y no me acaloro
y respiro,
y huyo de las horas
en que el calor es un enemigo
y respiro,
y no miro la temperatura
porque de continuo uso
un abanico de aquellos
que servían para ventilar
a quien entraba dentro del radio justo
en que el aire servía para que uno se sintiera a gusto.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario