No quiero más glorías
ni me siento más ambiguo
que el pensador de mármol,
de bronce su corazón herido,
algo así parecido
a la silueta
de un navío
que sale de viaje
por los mares perdidos
y llega allí donde es recibido
por seres extraños que miran
y observan
y se sienten atraídos
por lo nuevo que se da en los pelajes
y ropas que cubren los cuerpos
de quienes salieron de casa
sin saber el final de su viaje
a los confines de un mundo desconocido.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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