Me acerqué a ese instante
en que caminas
sin saber
donde parar,
por cierto
que uno se pone los límites
y para los días
en que caen aguaceros
lo mejor es mirar
a través de los cristales
bien provisto
de pluma y tintero,
todo esto,
para que no se me escape ningún detalle,
no fuera el caso
de que aun teniendo tiempo
algo se me escapara
y me dejara deshecho.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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