El otoño este que nos llega
tiene las manos rotas,
en el juegan
a hacerse mayores
los jilgueros,
mastica el hambre
hojas de plataneros,
suenan las campanas
a lo lejos
y los árboles,
como si supieran
que hay alguien esperando
sus derechos,
entregan su follaje
y abren
sus puertas
al invierno
y en esto,
entran las penas
que cantan las sirenas
desde sus castillos de coral
en los mismísimos océanos.
Autor, José Vicente Navarro Rubio
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