Volvemos a la carga
y no somos el séptimo
de caballería
ni otra cosa,
así se diga
por activa
o por pasiva,
solo somos
fieles servidores
de la poesía,
pues murieron sus guardianes,
se expandieron las cenizas
y los que hemos quedado
nos turnamos
a estas horas intempestivas
para que la llama de la elocuencia
continúe,
por los siglos de los siglos
viva.
Autor, José Vicente Navarro Rubio
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