En los poemas los número primos se angustian,
ellos viven su peculiar aventura
sabiéndose únicos
e inexplorables, islas, en mitad de un océano
en el cual sobreviven si se les mima
y cuida,
ellos viven su peculiar aventura
sabiéndose únicos
e inexplorables, islas, en mitad de un océano
en el cual sobreviven si se les mima
y cuida,
haciéndoles dúctiles y por el ser humano queridos.
Hay que poner ingenio y fantasía
para vestir a los números primos
con prendas que les ayuden
a vivir en el interior de los versos a la suya.
El trece, el cinco y el uno son números primos
que sirven de ejemplo para sacarnos de dudas,
dicho de una forma proteccionista
ellos juegan con nuestra paciencia infinita
y eso que paciencia solo hay una,
aunque cinco vidas tienen los gatos
y el trece usado un martes
nos puede hace que muramos de risa.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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