Uno viaja
y es que no quiere
verse cogido
por el deseo de no hacer nada,
por miedo a no se que disparate.
Yo viajo en mis interiores
y cada vez que descubro
un mundo nuevo
observo
aquello que más me apetece,
me dejo llevar por el instinto
y que sea este
el que tome finalmente las decisiones.
Voy camino de mis lunas
y de mis soles,
todavía ellos intactos,
sobreviviendo al caos cósmico
que vendrá seguro
dentro de miles
de millones de años.
No será nada,
solo será el estallido de una luz
para volver en ese instante
a ser polvo y simientes
con que fecundar la Tierra
para que nazcan nuevas especies.
Me lleva
un transitar de palabras,
de aquí para allá,
con un solo fin
la verticalidad de la razón
pues ya se sabe
que el primer ser humano
nació de pie
y que la muerte
con su horizontalidad
es en todo diferente.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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