Estás son estrofas que viven solas,
se saben abandonadas
y buscan una escoba
para barrer las sobras.
En este espacio
entre versos cojos,
con mala pata,
apoyadas en sílabas trabadas,
uno coge de todo lo que ve
aquello que le llega a la cara.
Ahora es un mosquito,
y el reloj avanza,
si me sale un tigre
lo pintaré como me de la gana.
Por aquí nos manejamos
como pescador con una caña,
esperando que pique un pez
para girar el carrete con ganas.
Don Quijote me sale
en una pantalla
y se ríe de aquellos
que lo usan con ganas
para echar en mares revueltos
carnaza
que solo sirve
para jugar a la taba.
Autor:José Vicente Navarro Rubio
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