Una bachata oigo
al tiempo que escribo
y con esa velocidad
de la letra y de la música,
redacto este poema
mientras los instrumentos afinados
bien tocan y la música
impregna este poema
que va entre derivas
de cantes y falsetes,
sin música Gospel,
de quien mientras nos deleita
seguro que estará al menos
moviendo las rodillas.
Me imagino la escena
en una playa con un mojito
acariciando mis labios,
el sol arriba,
la luna inquieta en sus tinieblas
lamiendo sus heridas,
un pesquero en la lejanía
y si para algo ayuda la escena
me la imagino con unos cuantos años de menos,
rodeado de amigos y amigas,
jugando a eso de perderse en una locura,
en un paraíso el de la juventud
que por culpa de un mordisco
a una manzana se nos fue de la vista,
para llegar a este estado
en que cualquier cosa
que ante nuestros ojos se pone
nos parece una primicia,
ya sea carne , que verdura, ya sea pescadilla,
que lechón, que dulces o pastas,
que caricias.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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