Uno sueña lo que no es
y se despierta
siendo lo que no quería.
Los sueños son
o bien los amigos de toda la vida
o los enemigos
que si te pillan te arriman.
Mis sueños son tranquilos
y siempre derivan
entre amores que se vienen
para vivir su aventura
o en esas cosas
que se llaman de la vida,
como puede ser una buena comida
o una buena cena de despedida,
de un amigo que se casa
y se va con el amor de toda vida.
El otro día soñé
con que un toro me perseguía
y que en una de aquellas
me corneaba
y rompía la taleguilla
y me levante,
recuerdo, muy deprisa,
mirando hacia mis partes
con cara de pocas risas.
y se despierta
siendo lo que no quería.
Los sueños son
o bien los amigos de toda la vida
o los enemigos
que si te pillan te arriman.
Mis sueños son tranquilos
y siempre derivan
entre amores que se vienen
para vivir su aventura
o en esas cosas
que se llaman de la vida,
como puede ser una buena comida
o una buena cena de despedida,
de un amigo que se casa
y se va con el amor de toda vida.
El otro día soñé
con que un toro me perseguía
y que en una de aquellas
me corneaba
y rompía la taleguilla
y me levante,
recuerdo, muy deprisa,
mirando hacia mis partes
con cara de pocas risas.
Nada fue
y nada en mi respira
otra cosa que no sea
una gran dicha,
por aquello
de conservar
un recuerdo de familia
que si se pierde
ya nunca se olvida.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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