Sin preguntas ni respuestas
así continua este poema,
entre arrullos
en la calle
de palomas mensajeras,
que se vienen
hasta mi vista
tierna,
para decirme
que ya es de día
y hay que saltar de la cama,
pues si se continua en ella
al final todo se convierte
en una total monotonía,
de esas que si no se sueltan
convierten al alma
en un erial de nulas cosechas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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