Observando las olas que llegan
miro el reloj
y me veo en ese segundo
de vida
en que los silencios suenan
a carcasas de recuerdos
explotando en el interior
de mi alma serena.
Soy ahora el viento,
la caricia del aire
que mis cabellos despeina,
soy el caminar tranquilo del día
en el que me veo
rodando por el cielo
como si fuera una estrella.
Aquí quieto surgen preguntas
sin respuestas
y me cojo a este verso
u otro cualquiera
para expresar lo que quiero
en este domingo
en que España al fútbol juega
y uno forma parte
del escudo
que los jugadores
en su camiseta llevan.
Sea lo que sea,
el resultado,
este poema ya queda
circunscrito a las vueltas
del Planeta Tierra
alrededor del Sol,
si es que esto es una verdad
no efímera.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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