Me agradó lo de poesfilia,
un término acunado en Venezuela,
tierra bendita,
amada tierra que fue,
así se cita,
madre de emigrantes españoles
que encontraron allí
otras formas de vida.
Si de algo sirve la poesfilia
que sea ella
para cantar las grandezas
de las almas caritativas,
de aquellas tierras hermanas
que en todo respiran
ansias de libertad
y de nueva vida
más allá de donde los yugos
imponen cerrar los ojos,
para seguir una deriva,
que Homero no vio,
para cuando Troya
quedó convertida
en una inmensa
y destruida llanura.
Poesfilia en Venezuela,
libertad reivindicativa
y solidaridad activa,
para cuando uno mira
y ve un desierto ardiendo,
ya el vergel exprimido
gota a gota,
mermelada de envidias.
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