¡Y no llega esa luz
y es de día
y no llega!
Y la persiana está subida
y entra el frescor
de las brisas marinas
cargadas de ausencias
y en estas soledades
que son
como agua
que no corre
y anega
uno se sube
a los lomos del poema
para domar un verso
y cerrar esa su apuesta
por hacer de una tarde
una especie de regalo
para quienes lo lean.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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