martes, 13 de agosto de 2024

POESÍA: UNA BUENA COMIDA

 Me miro y me veo siendo poeta
 hasta comiendo 
y eso indica que tengo todavía 
a estas horas del mediodía 
el duende metido en mis tripas.

Sentado estoy 
a la espera de que la mesa
se vea cubierta de esas delicias 
que feliz harían 
hasta al propio Felón
del galo filo,
diestro en hacer
en  las comidas felonías .

Me agrada del pollo
el color rosado de sus carnes 
entre mis dientes 
me sabe a delicias.

Con las carnes rojas 
de las perdices, conejos 
y todo tipo de cabras altivas 
juegan mis molares 
con total garantía 
que cumplirán en aquello 
de ganar en la batalla que les lleva 
para cuando las muelas chirrían.

Del mar todo me inspira 
un placer de aúpa,
ya comenzando con las sardinas, 
pasando por las gambas,
ya me vengan sepias o salmones
que con ellos me sirvo 
hasta la coronilla.

Los flanes son un placer,
los dulces una maravilla,
los vinos y champán 
son de todo
lo único en un viaje 
que en casa no me dejaría.

Si hablamos de frutas 
es que las desnudo 
mientras toco su pulpa 
y ya los cafés y licores 
me entran 
como si  mi boca fuera
la de un cañón de artillería, 
siempre dispuesto 
a ser cargado 
y eso que es mala mi puntería.
 
Para cuando pido la cuenta 
en el restaurante
en que me sirven 
estás suculentas comidas
 resulta 
que solo me da para pagar
un tomate,
un pepino y una endivia.

Nada hay como desear 
y contentarse 
con esas cosillas 
que quitan el hambre
y hacen grandes las barrigas.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...