No me se leído y en nada
me se poeta,
me se pensador
de medio saco de cosecha,
de esos que acudían a las ferias
para vender lo poco que tenían
para alimentar el dolor
en unas casas llenas de miseria.
Por este poema no darían nada,
nada vale,
nadie lo enterrará bajo la tierra,
solo un apagón
o una piratería muy extrema
logrará derretirlo
para convertirlo
en una lata de conservas,
allí encapsulados miles de poemas,
todos entre ellos riñendo,
ya me dirán que se cuentan
el amor, con la locura,
o la tragedia, con las risas extremas,
de los poetas salidos
de los témpanos de hielo de la Siberia.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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