Dejé el último poema
abierto a una aventura,
en él todo era amor
que no pesaba
ni requería de ayuda.
Y es que todos los días
si bien se agita
el frasco de la cordura
hay oportunidad
de sacarle a la vida
un poco de aquello
con lo cual hacemos
hermosas poesías.
De decir algo
ahora que ya es de día,
solo diré
sin ayuda de muletillas
que he llegado al final
de aquello que quería,
escribir un poema
resuelto sin más dichos
ni auxilios
que los necesarios
y oportunos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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