Un día largo en que muere una paloma
que se queda ella
con su cuerpo
convertido en esparto y cera,
una paloma que muere
que se espera ella,
si no hay cielo ni hay tierra,
ni amor ni plegarias
en una despedida tan seria.
Una paloma que muere
que al amanecer
se convierte
en poco más que la sombra
que deja
un sol que reluce
y con sus atavíos y belleza
sacude el firmamento
que nos sirve a todos
de poco más
de lo que da de si un poema.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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