Cuentan lo que que quieren
y lo hacen de vez
en cuando,
para cuando pasa la tormenta
y todo se encuentra ya acabado.
Todo son silencios
allí donde si se toca el fango
se nota a la arcilla tomando el mando.
Así el barro se trabaja
se convierte
en ese elemento preciado,
ya arcilla,
ya cacharro,
con las manos moldeado.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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