¿ Qué pasa por ahí fuera?
Solo ocurre que el nivel del agua sube,
es fácil predecir que lo que se ve
correr por encima de las papeleras
de esa avenida grande
es una corriente de color chocolate
que en su superficie emergiendo lleva,
sacando el cuerpo al aire,
todo lo que pilla
por allí donde en forma de abanico que se abre.
Ya los lugares de ensueño
son los que son,
ya los cuentos en esta historia no caben,
ya el poema se tizna de lodo,
ya sus versos
son los puertos de amarre
de quienes se sujetan a la vida
y a merced del destino
llegan hasta aquí para sujetarse
y es que la vida son sorbos
que en circunstancias especiales
bien se beben,
sorbos que saben
a eso que se llama
renacer con coraje
y es que si uno mira hacia atrás
y ve a esas criaturas perdidas,
en brazos del Dios de la muerte,
en mitad de un lodazal
con su furia dantesca aplastante,
entenderá antes de que este poema se acabe,
que todo fue un sinsentido
por culpa de un equipo de gobierno
que se dejó llevar
por los ecos de un negacionismo aplastante,
que cala poco a poco en la conciencia
de unos seres miserables
incapaces de predecir por necios y soeces,
que la naturaleza es desde siempre
por encima de todo salvaje y no domable.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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