He vuelto y quizás sea algo,
quizás sea la tormenta que pasa,
las ganas
de ver el mañana.
Revienta el barranco,
el Poyo, pica con ganas,
mueve estelas, levanta
las rocas y se lanza
va en pos de sus continuas venganzas.
No teme la tormenta a nadie
ni nada,
no se sabe más que dueña y señora
de la furia desatada,
viene desde allí,
de las zonas altas,
hasta aquí,
ya las llanas.
Pobre de los pobres,
se quedan en el barro las esperanzas
y renace la luz,
algo se traslada
para cuando amanece
y se ve
que la luz brota en los ojos
de quienes luchan contra la DANA
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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