Unas Navidades más
con excesos,
unas Navidades más
con guerras golpeando
al mundo entero,
unas Navidades más
con las mesas llenas de alimento,
unas Navidades más
con pobres revolviendo
los contenedores
donde la basura espera ser alimento.
Unas Navidades más
en que la droga
se convierte en el epicentro
de este mundo creado
a imagen de quienes se dejan llevar
del fulgor de sus deseos,
un año más en que corre el viento,
se hiela el aire
y se descongestionan los océanos
de témpanos de hielo,
un año más escribiendo,
sobre esto o aquello,
sobre la espiritualidad de un dios,
de madera o acero, de yeso, alabastro, mármol,
silicona con pegamento;
un año más en que me siento
solo poeta
por unos momentos,
es un año más el nuestro,
saliendo a la vía pública
para ver los termómetros
ahora que arrecia el frío
y corre por mi interior un inocente sentimiento,
ya caza, ya alimento
del tiempo que queda
para ser solo eso
que se pide a los seres humanos
para cuando se sienten más sombras
que deseos,
más experiencia vital
que descubrimiento,
un año más escribiendo,
ahora siento,
que en este desfilar
de lo que es la vida
me quedo
pegado a un deseo,
ver a la humanidad crecer,
sin dejar de ser en ello,
oficial de nada, obrero,
en la villa y corte
donde si me despierto
solo es para adorar a lo primero que veo,
ya sea luna o sol,
ya sea pigmento,
o azúcar blanca o morena
o canela en rama
o limón exprimido en exceso.
Cuenta que te cuento
se acaba esto
con una salva de honor,
veinte tiros y una corneta
lanzando al cielo
una especie de plegaria
de tinte maléfico
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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