Entre desdichas este poema camina
y lo hace a lo grande,
ahora cruza una avenida,
ahora se va de madre
y naufraga a la deriva.
Es este un poema de ayuda
para quienes de psicólogo necesitan.
¡Vivan y vayan a la suya!
¡Qué nadie los violente!
¡Que nadie les meta prisas!
Que nadie se sienta superior
al Dios que reina en cada una de las criaturas.
Y así se termina
en esto de escribir
y sacar punta
al lapicero que nos sirve
para escribir poesías.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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