Pequeño limbo,
ocaso de figuras de barro
en agua diluidas,
espacioso tiempo
en que nacen las flores
de los cardos
junto a las ramblas
y los ríos,
ya el escorpión
cura sus heridas
ante el sol rendido,
ya la víbora observa
para cuando el veneno
en arma mortal se ha convertido.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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