¿ Y de esto que queda?
Hablamos de la soledad
como herramienta
para escribir más y
más poemas.
¿Qué queda?
Puede ser que el ala triste
de una paloma que pasa de cerca,
volando sobre ese cielo
en el cual se estrella
nuestra paciencia.
Puede ser y mejor es que lo sea,
que en esto de escribir poemas
seamos algo parecido
a pequeñas hormigas
que faenan y faenan
para que cuando llegue el invierno
esté la despensa llena.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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