Aullaron los lobos
en una noche llena
de siniestras sombras,
recorriendo las calles
entre bocanadas de aire
que se acomodan,
a los espacios libres
en los que se mezclan,
sonidos diversos
de una estrepitosa
sinfonía que desemboca,
en el patio de butacas
desde el cual uno contempla,
la hermosura de la naturaleza
al desencadenar obras de arte,
tan abiertas a las sugerencias
de quienes siendo testigos juegan,
a dejarse llevar hasta allí donde
todo se convierte en opera.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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