Este debería ser mi último poema
en esta noche en que los rumores
los trae el helado viento,
podría oficiar una misa
y sería un sacrilegio,
podría hacer de todo un poco,
por ejemplo podría salir a la calle
para ver como la luna
me mira y pone celoso a Eolo,
guardián de los vientos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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