Un recuerdo tremendo queda
de la lluvia cuando cae
distraída y ligera,
para cuando se deja ver
sobre la cabellera
y los rayos de sol le pegan.
Algo parecido es ella
a un espejismo
de esos que solo se observan
para cuando se exploran territorios
que solo pasan por nuestras cabezas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.