No soy capaz de jugar
con aquello que no me llena,
recuerdo los campos
en hileras
con sus olivos,
dicen otros oliveras,
a cierta distancia,
mirándose ellas sinceras,
mientras los lagartos salen
de entre las peñas,
mientras una lechuza
se alza esterilizada ella
sobre la rama vieja
del olivo de siempre
el que está más cerca
de la luna llena,
esa que sale por las noches
para alegrar las fiestas,
aquelarres y endemoniadas juergas
de los animales de la noche
que saltan entre lujurias y bohemias
a la luz de las estrechas,
para verse las caras
antes de correr espantadas camino de sus guaridas
y madrigueras.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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