Me bebí la última copa
con pena,
en aquel ambiente
no valía la pena
echar de mano
de otra cosa que no fuera,
una buena dosis de esperanza
en ver como salían de debajo de la tierra
los tallos de miseria,
que se expanden sin necesidad de más alertas,
que este poema que trata
de las soledades cuando llegan sin mediar respuestas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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