En el olivar aprendemos a saber del verde de las aceitunas,
de su madurez ya en el pico de las aves nocturnas,
de su mortaja y de la ternura
de los días en que siendo niño paseé en la barca de la vida
por los paisajes que ahora me salen en esas postas
que están escritas a base de golpes que rompen su estructura.
de su madurez ya en el pico de las aves nocturnas,
de su mortaja y de la ternura
de los días en que siendo niño paseé en la barca de la vida
por los paisajes que ahora me salen en esas postas
que están escritas a base de golpes que rompen su estructura.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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