Si para ser profeta
y leído
hay que ser cortos,
cortísimos,
voy a serlo
ahora mismo.
tan corto
y tan distraído
que si no fuera por lo que escribo
no sabría a que se debe el motivo
de darle vueltas y vueltas
a esos enigmas de los que se sirve uno
para seguir siendo el mismo.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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