Y que me dicen de las golondrinas
ellas tan serias y estiradas
siempre esperando su turno
para dejarse ver
en esos sus rituales
bien medidos,
vestidas de riguroso
luto.
Fieles acompañantes
se les ve pasar
y volver a pasar
por los mismos sitios
a baja altura
parecen querer decirnos
que allí están ellas
limpiando de
insectos improductivos
nuestros
cotidianos dominios.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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