Si nada pasa y nada se esperaba,
el poeta se marcha,
se apagan las luces,
el ordenador en su funda se guarda,
tiemblan las ocurrencias
se sienten abandonadas
y es que no siempre ocurre
que alguien se encuentra esperando
a que caiga la luna para llevarla
hasta allí donde se le peina y canta una nana.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.